Época: China1
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
La Dinastía Yuan

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

Nos referimos a las hordas mogolas, encabezadas por Genghis Khan como jefe supremo, cuyo territorio de origen era Mogolia. Su forma de vida nómada conllevaba una economía frágil, siéndoles absolutamente necesario el comercio con las civilizaciones agrícolas, especialmente con la china. Organizados en torno a clanes, se fueron asociando en tribus, cuyos caudillos eran elegidos por su fuerza militar. Gengis Khan (1162-1227) unificó a las diversas tribus, creando un poder militar capaz de lanzarse a la conquista de las civilizaciones sedentarias de las cuales dependían económicamente. Así, sometió primero a la dinastía Xi Xia del noroeste de China, para relanzarse sobre el norte de China, controlado por la dinastía Jin, y asegurarse el control de las rutas comerciales. En 1215 conquistó la ciudad de Yen-Chin (actual Beijing), obligando a la corte Jin a exiliarse en el sur del país.
Tras estas conquistas en el norte de China, prosiguió sus luchas por Asia Central, estableciendo dinastías afines. Después de su muerte, sus conquistas territoriales fueron divididas entre sus hijos: Chaghadai recibiría el Asia Central (Bujara, Samarcanda), Tolui heredaría el norte de China y Mogolia, mientras que Ogodei, su tercer hijo, asumió el título de Khan o jefe supremo de todas las tribus mogolas.

El tamaño y la densidad del imperio mogol forzaron la creación de una capital estable desde donde se centralizara el gobierno. Fue Ogodei quien estableció en Karakorum, en el corazón de Mogolia, la capital creada de nueva planta y alejada de las rutas comerciales y los centros de abastecimiento.

Tras la muerte de Ogodei, en 1241, se reavivó la polémica entre sus sucesores para ocupar el puesto de Khan, favorecida por las disputas entre los diferentes clanes. La viuda de su hermano Tolui supo beneficiarse de ello para situar estratégicamente a sus cuatro hijos. Uno de ellos, Kubilai, sería con el paso del tiempo el emperador de China y Khan de los mogoles.

Kubilai (1215-1294) nació el mismo año en que su abuelo Genghis Khan conquistaba Yen-Chin (Beijing). Fue educado bajo los principios de adiestramiento militar mogol, si bien dentro ya de una órbita de influencia cultural china. Los primeros territorios bajo su gobierno se encontraban en el norte de China, e inició una política de cohabitación con los Han que más tarde se extendería por todos sus dominios. Sus conquistas militares fueron lentas, frenadas por las luchas de poder entre sus hermanos y miembros de las tribus mogolas, y por su afán de crear asentamientos económicos en las zonas conquistadas que facilitasen posteriores expansiones de su ejército.

Para ir creando esta retaguardia estable necesitaba dotar a sus territorios de una organización administrativa, social y económica. Por ello se rodeó de asesores procedentes tanto de las tierras mogolas como chinas, musulmanas, etcétera, que tuvieran conocimientos para llevarla a cabo. Esta política ecléctica no sólo estuvo motivada por su ausencia de prejuicios, sino que tuvo un marcado carácter político. Era evidente que, numéricamente, la población china sobrepasaba a la mogola y que para mantener el equilibrio de poder necesitaba nombrar en los puestos de mayor relevancia a asesores mogoles y musulmanes. Por otra parte, hay que señalar que Kubilai no dominaba la lengua china, por lo que necesitaba siempre de intérpretes que le completaran lo que sus asesores chinos decían o escribían.

Una de las nuevas medidas que Kubilai promovió, apoyado en su consejo de asesores, fue la de establecer una capital permanente desde donde dirigir sus territorios. El lugar que eligió se encontraba al norte del río Luan, en Mongolia denominándola primero Kaiping y más tarde Shan-du (capital superior) en contraposición a Zhong-du (capital del centro, la actual Beijing).

Ideó esta nueva ciudad (Shan-du) siguiendo los principios geométricos chinos, los elementos arquitectónicos de las ciudades tradicionales chinas, y añadió una reserva natural, utilizada como parque de caza, como contribución mogola a la concepción de la ciudad. Dividió la ciudad en tres secciones: la ciudad interior, cuadrada y amurallada, que contenía el palacio imperial; la ciudad exterior, también cuadrada y amurallada, destinada a la población, y la reserva de caza o tercera sección.

En realidad, Shan-du tuvo más el carácter de residencia temporal, relacionada con los períodos de ocio y calor, que de capital estable. Por ello, conociendo la necesidad de crear un centro de poder representativo tanto para los chinos como para los mogoles, Kubilai eligió la antigua Yen-ching como lugar ideal para su capital imperial. Situada estratégicamente para el control del territorio chino, no mantenía ninguna connotación con las antiguas capitales chinas (Xian, Luoyang, Kaifeng). A partir de 1266 se llamaría la Gran Capital (Dadu), también conocida por el nombre de Khambalic (ciudad del Khan), y que corresponde a la actual capital de China, Beijing.

El proyecto de la nueva capital resume el carácter del reinado de Kubilai, así como su organización social y administrativa.

El diseño urbanístico de la ciudad fue encargado a un arquitecto musulmán, conocido en los anales chinos con el nombre de Yeh-hei-tieh-erh, siendo muchos los artesanos extranjeros que allí trabajaron. A pesar de ello, la concepción y el estilo de la ciudad fue chino. En un intento más de Kubilai por satisfacer espiritualmente a todos los componentes de su imperio levantó templos budistas, taoístas y confucianos. La ciudad, de perímetro rectangular, encerraba en sus muros varios recintos que configuraban, a su vez, diversas ciudades dentro de ella. La interior, albergaba el palacio imperial y el lugar de residencia de sus más próximos colaboradores. En un segundo círculo vivían los funcionarios y en el tercero y exterior los ciudadanos chinos y centroasiáticos.

La distribución de la ciudad se sometía a dos ejes simétricos: norte-sur y este-oeste, estando protegida por una muralla con once puertas de acceso. En su interior se levantaron templos pertenecientes a todas las creencias del imperio, así como un observatorio astronómico diseñado por un astrónomo árabe.

En la división de la ciudad se observa cómo se mantuvo estrictamente la clasificación social ordenada por el emperador: mogoles, extranjeros diversos, chinos del norte y chinos del sur, estando estos dos últimos grupos excluidos de todos los puestos de responsabilidad. Para ello suprimió los exámenes de funcionarios de la administración civil, simplificándola sustancialmente. Esta medida tuvo una gran repercusión, no sólo en el campo político sino en el desarrollo de las artes, tal y como estudiaremos al tratar estos aspectos del reinado de Kubilai.

El establecimiento de Dadu como capital del imperio avalaba el proceso de sinización de los mogoles, apoyado por el respeto a los ritos, la creación de un nuevo calendario (tarea encomendada a los astrónomos musulmanes) y la adopción de un nombre dinástico chino.

Tras realizar consultas con sus asesores chinos, Kubilai eligió el nombre de Yuan en el año 1271, cuyo significado, origen, orígenes del Universo, procedía del "Libro de los Cambios" (I Ching), esto es, de la primigenia tradición china. Su nombre personal de reinado fue el de emperador Shizu.

El norte necesitaba de los recursos del sur para el abastecimiento de la corte y sus habitantes y, a pesar de que el sur proveía todo tipo de mercancías el transporte de las mismas representaba un grave problema. Su consejo de asesores le propuso dos soluciones: utilizar la red que los piratas que operaban en la costa china tenían ya establecida, con un gran coste económico, o bien reconstruir el Gran Canal que históricamente había unido el norte y el sur, y que suponía una elevada inversión.

En un primer momento se decidió por la primera solución, pero tras una serie de fracasos se optó por la reconstrucción del Gran Canal, la mayor obra pública del reinado de Kubilai y que, junto a su política militar, supuso en el exterior el inicio de una grave crisis económica.

Aún entonces Kubilai no había finalizado su etapa de conquistas. El sur de China, donde se refugiaba la corte Song, mantenía relaciones comerciales con el norte, pagaba tributos y se defendía de los constantes ataques del ejército de Kubilai.

Para intentar un acercamiento a la población del sur, el emperador prometió no someterles al mismo sistema social y fiscal que los habitantes del norte, respetando sus industrias y canales de distribución exterior, tan importantes para el mantenimiento de la corte. Con todo, el sur fue finalmente invadido y, en 1279, pasó a formar parte de los territorios bajo dominio de la dinastía Yuan, aprovechándose sus infraestructuras, especialmente las relacionadas con el desarrollo de la navegación: astilleros, puertos, redes comerciales...

Unos años antes de su total anexión, Kubilai se lanzó a la conquista de Corea, a la que sometió sin gran oposición. Esta expansión sirvió no sólo para asentar su poder en China, sino sobre todo para justificar su calidad de Gran Khan ante los mogoles.

Continuando con esta política de conquistas, solicitó ayuda a la flota coreana, así como a los astilleros del sur de China, para llevar a cabo la conquista de Japón. Dos veces intentaría esta aventura militar y dos veces fracasaría. Su fuerza militar se vio rechazada por grandes vientos (kamikazes) que hundieron en ambas ocasiones su flota.

Pero el reinado de Kubilai no sólo se limitó a fortalecer su poder por medio de sus conquistas. El emperador supo comprender la necesidad de hacer partícipe en la organización de su imperio a los pueblos conquistados.

Ya hemos visto que se rodeó de consejeros chinos, mogoles, musulmanes e incluso cristianos, como fue el caso del viajero veneciano Marco Polo, buscando así la neutralización de cualquier grupo de poder.

A los consejeros chinos los buscó para dirimir las controversias entre confucianos, taoístas y budistas, así como para configurar la impronta china de su reinado.

A los asesores musulmanes los utilizó para todas aquellas cuestiones relacionadas tanto con el comercio como con el cobro de impuestos, siendo ellos mismos eximidos de muchas de las obligaciones de los chinos.

Los cristianos, como Marco Polo y su familia, le sirvieron para fortalecer sus relaciones con Occidente, así como para aprovechar los conocimientos de los mercaderes venecianos. Llegó incluso a prometerles su conversión al cristianismo si el Papa enviaba cien monjes para la evangelización del país.

Todo este mosaico de la corte del Khan promovió un intenso intercambio cultural y comercial, que se vio reflejado en la introducción de nuevas técnicas, motivos decorativos... especialmente en la producción de cerámica y porcelana.

Otros campos se vieron desigualmente favorecidos. La decisión que asumió Kubilai de suprimir los exámenes literarios (1284-1313) y el consiguiente abandono del estudio llevó a candidatos y letrados a dirigir su actividad hacia otros menesteres.

A ello se sumó el hecho de intentar crear un nuevo sistema de escritura oficial de origen mogol, suprimiendo el chino clásico. A pesar de que no tuvo ninguna aceptación, el lenguaje chino se vulgarizó en términos y conceptos. El teatro y los juglares callejeros reflejaron esta situación. Aun careciendo de grandes obras literarias la dinastía Yuan, estas formas influyeron decisivamente en el desarrollo de la novela de las dinastías posteriores.

La dinastía Yuan, a pesar de su talante de conquista, no tuvo en la historia china un carácter totalmente negativo, tal como lo muestra la historiografía. Hay que considerarla más como un momento de cambio de estructuras que como una ruptura, donde se aprovecharon las conquistas culturales, se avivaron los contactos comerciales y se introdujeron nuevos conocimientos técnicos.

Kubilai murió en el año 1294, siendo enterrado en Mogolia, su tierra natal. Aunque su dinastía le sobrevivió hasta 1368, ninguno de sus sucesores tuvo personalidad política digna de ser reseñada.

La dinastía Yuan fue derrocada por un campesino chino apoyado en una estructura militar capaz de mantener unificado el imperio y crear una nueva dinastía de origen chino: la dinastía Ming.